Los programas de Iker Jiménez — Cuarto Milenio y Horizonte — no han señalado exactamente por suministrar informaciones veraces ni por llevar a tertulianos con una actitud democrática y que tengan cierto compromiso con la verdad.
Con la covid-diecinueve, Jiménez no fue muy propenso a comprender que la investigación científica y la utilización de las vacunas asistirían al planeta a salir de la pandemia.
En verdad, el comunicador afirmó que no comprendía por qué «la mayor parte de hospitalizados con covid esté vacunado» y compartía un artículo en el que, exactamente, explicaban el motivo.
Sobre la violencia sexista o el lenguaje inclusivo, el conductor de los programas de seudociencia y misterio tiene mayor probabilidad de situarse en situaciones retrógradas que en acreditar lo que apuntan organismos internaciones e instituciones sobre este tema.
Bien, ahora le ha tocado el turno a la urgencia climática, mas esta vez ha salido escaldado.
De este modo, los bulos difundidos en su programa se caían uno a uno por su peso. Hay que rememorar que las teorías de la conspiración, muchas de ellas amplificadas en sus programas, han servido como disculpa a ámbitos de la extrema derecha para extender su odio en redes sociales y agredir a las democracias.