No es extraño que el interrogante brotara ahora: los acontecimientos trágicos, como las pandemias, de forma frecuente nos hacen cuestionarnos la existencia de Dios (puesto que si hay un dios misericordioso, ¿por qué ocurre una catástrofe como esta?).

Y la idea de que Dios pueda estar «sujeto» a las leyes de la física —que asimismo rigen la química y la biología y, por consiguiente, los límites de la ciencia médica— ciertamente es un ángulo interesante a explorar.

Si Dios no es capaz de transgredir las leyes de la física, seguramente no sería tan poderoso como uno aguardaría que fuera un ser supremo.

Aprendemos en la escuela que nada puede viajar más veloz que la velocidad de la luz, ni tan siquiera la nave USS Enterprise de Star Trek con sus cristales de dilitio. Mas, ¿es eso cierto?

La ciencia puede demostrar que DIOS no existe

Hace unos años un conjunto de físicos propuso que unas partículas llamadas taquiones viajaron más veloz que la velocidad de luz.

No obstante, su existencia como partículas reales se considera exageradamente poco probable. Si ciertamente existieron, tendrían una masa imaginaria y el tejido del espacio tiempo se distorsionaría, lo que derivaría en violaciones a la causalidad (y en un posible cefalea para Dios).

Físico teórico explica por qué la ciencia puede explicar que DIOS NO EXISTE

Hasta el momento, semeja que no se ha observado ningún objeto que pueda viajar más veloz que la luz. Esto en sí no nos afirma nada sobre Dios. Sencillamente fortalece el conocimiento de que la luz viaja, de hecho, rapidísimo.

Las cosas se ponen un tanto más interesantes cuando consideramos qué veloz ha viajado la luz desde el comienzo.

Asumiendo una cosmología tradicional del Big Bang y una velocidad de la luz de trescientos km/s, podemos calcular que la luz ha viajado a más o menos 10^23 km (esto es, diez elevado a la veintitres, o lo que es exactamente lo mismo, el número 1 seguido de veintitres ceros) en los trece y ochocientos millones de años de vida del cosmos. O, más bien, del cosmos perceptible.

El cosmos se está expandiendo a un ritmo de más o menos 70km/s por Mpc (esto es, megapársec, que equivale más o menos a 3×10^19 km), así que las estimaciones actuales sugieren que la distancia hasta el límite del cosmos es de cuarenta y seis millones de años luz.

Conforme pasa el tiempo, el volumen del espacio se acrecienta, y la luz debe viajar por más tiempo para alcanzarnos.

DIOS y el Universo

Hay más cosmos ahí fuera del que podemos ver, mas el objeto más distante que hemos observado es una galaxia, GN-z11, detectada por el telescopio espacial Hubble.

Físico teórico explica por qué la ciencia puede explicar que DIOS NO EXISTE

Está a más o menos a 10^23 km o trece y cuatrocientos millones de años luz, lo que quiere decir que han debido pasar trece y cuatrocientos millones de años a fin de que la luz de esa galaxia nos alcance.

Mas cuando la luz «se activó», la galaxia solo estaba a cerca de tres mil millones de años luz de nuestra galaxia, la Vía Láctea.

No podemos observar o ver mediante la inmensidad del cosmos que ha crecido desde el Big Bang pues no ha pasado el suficiente tiempo a fin de que la luz de las primeras fracciones de segundo nos llegue.

Hay quienes arguyen que, por lo tanto, no podemos estar seguros de que las leyes de la física no puedan ser quebrantadas en otras zonas galácticas. Tal vez son sencillamente leyes locales, casuales. Y eso nos lleva a algo aún mayor que el cosmos.