[featured-img]

A pesar de su espeluznante nombre, los calamares vampiros modernos son habitantes dóciles de las profundidades marinas, pero sus antepasados ​​del Jurásico pueden haber sido mucho más feroces.

Análisis de tejidos blandos fosilizados de tres especímenes de 164 millones de años Vampyronassa rhodanica sugiere que los cefalópodos antiguos poseían armas poderosasinvestigadores dicen que el 23 de junio a las Informes científicos. A diferencia de su pariente blobby moderno, V. rodánica tenía un cuerpo musculoso más aerodinámico, con dos de sus ocho brazos dos veces más largos que los otros seis. Las fuertes ventosas en los ocho brazos podrían haberlo ayudado a agarrar y sostener a su presa.

Calamar vampiro moderno (Vampyroteuthis infernalis) no son en realidad calamares; son los únicos miembros sobrevivientes de una diversa orden antigua de cefalópodos, los Vampyromorpha. Y V.infernalis son bastante pasivos en la búsqueda de comida (Número de serie: 25/06/12). Junto a sus brazos tienen dos largos filamentos retráctiles pegajosos que usan como papel mosca para recolectar «nieve marina», pequeños pedazos de plancton muerto o gránulos fecales que se hunden y que flotan (Número de serie: 19/05/15).

Los tejidos fosilizados sugieren V. rodánica tenía una forma de vida muy diferente, informan la paleontóloga Alison Rowe de la Universidad de la Sorbona en París y sus colegas.

imagen del fósil de Vampyronassa rhodanica
Los tejidos blandos de este fósil de 164 millones de años Vampyronassa rhodanica se conservaron notablemente bien en 3D, lo que permitió a los investigadores utilizar tomografías microcomputarizadas de rayos X de alta resolución para volver a examinar y reconstruir su anatomía. Es uno de los tres especímenes recolectados originalmente de un sitio rico en fósiles en Ardèche, Francia.P. Loubry/CR2P.

Tanto las criaturas antiguas como las modernas tienen ocho brazos con ventosas flanqueadas por cirros parecidos a pelos. Pero las ventosas de los cefalópodos antiguos están unidas a los brazos por varillas incrustadas en capas redondas de músculo. Según el equipo, esta disposición muscular habría aumentado considerablemente el diferencial de presión dentro de la ventosa, haciendo que su succión fuera más poderosa. Los muchos cirros apretados de la criatura pueden haberlo ayudado a detectar presas, una estrategia similar a la utilizada por algunos pulpos modernos.

V. infernalis’ las ventosas, al carecer de esta disposición muscular, no tienen un agarre tan fuerte. En cambio, sus ventosas secretan moco que cubre cualquier cosa que las criaturas hayan capturado con sus filamentos. Luego, los cirros deslizan esta comida resbaladiza por sus brazos y dentro de su boca.