La excarcelación de ciertos asesinos como el creador del Crimen de Alcácer o el de la muerte de Anabel Segura, ha hecho volver viejos espectros. Hoy, en la noche más oscura, conocemos el misterio y la conspiración que aún acompañan a ciertos de estos casos…
El trece de noviembre de mil novecientos noventa y dos 3 adolescentes de Alcácer (Valencia) desaparecieron mientras que hacían autostop para dirigirse a la celebración de su instituto, en una disco de Picasent. 75 días después y tras una intensa tarea de busca, los cuerpos de Miriam, Toñi y Desirée aparecieron sin vida dentro de una fosa.
El escenario, una España adepta a los programas de TV que, por vez primera en este país, charlaban de gente real que contaba sus experiencias reales frente a un público real, los reality espectáculos. Un coctel explosivo que, si bien en el mes de noviembre cumplirá veintisiete años.
Una historia compleja
Es, claramente, un guion perfecto en las manos de algún realizador. Un trabajo deseable y, a buen seguro, rentable. No obstante, a lo largo de más de dos décadas absolutamente nadie se había audaz con esto. La sombra del estigma del caso Alcàsser siempre y en toda circunstancia ha sido demasiado alargada.
El descubrimiento de claros signos de tortura, durante la noche más oscura, los fallos que ocurrieron en la investigación y la fuga de uno de los presuntos asesinos dieron sitio a todo género de teorías, protegidas firmememente por cronistas y familiares de las víctimas, que creyeron ser víctimas de una obscura trama.
Solo unos meses después, el doce de abril de mil novecientos noventa y tres, se generó la desaparición de Anabel Segura, de veintidos años, para cuya busca se emplearon los servicios de unos «espías psíquicos» llegados desde U.S.A..
Charlamos con los protagonistas de forma directa implicados en esta cara más obscura de la actualidad.