Milenio 3 – Noche Lúgubre

Ago 22, 2022

El siete de octubre de mil ochocientos cuarenta y nueve murió durante la noche lúgubre de Baltimore uno de los grandes genios de la literatura mundial: Edgar Allan Poe.

Desde ese día, ha habido decenas y decenas de teorías sobre la causa y las enigmáticas circunstancias de su deceso.

https://youtu.be/3W3TMvJH-zY

A estas, en los últimos tiempos, ha venido a sumarse una en especial inquietante: Edgar Allan Poe fue víctima de un complot tramado por sus contrincantes.

La sombra del vampiro

A lo largo de la etapa en que Bram Stoker escribía Drácula, su mujer, Florence Stoker, aseguró estar asustadísima pues su marido parecía poseído por el espíritu de la obra.

El escritor murió años después creyéndose avizorado por el vampiro desde las sombras de su humilde alcoba. No obstante, poco se ha hablado de todos y cada uno de los actores y espectadores que asimismo parecieron consumidos por las fauces del vampiro.

Repasamos ciertos casos más desconocidos; desde el actor Courtney White hasta Bela Lugosi, que tras interpretar a Drácula a lo largo de años acabó sus días encerrado en casa por temor a la luz del sol.

La noche lúgubre de José Cadalso

Para muchos estudiosos de la literatura de España José Cadalso fue el predecesor del Romanticismo en España. Fue muy comentada en su día una historia de leyenda macabra que relaciona un episodio luctuoso de su vida con el desenterramiento del cadáver de su amada, la actriz María Ignacia Ibáñez. Dicho episodio habría quedado reflejado en su obra Noches fúnebres, mas ¿qué hay de determinado en todo ello?

noche lúgubre

Las muñecas parlantes de Edison

En mil ochocientos noventa, Thomas Alba Edison ideó unas muñecas parlantes cuya producción fue un genuino descalabro. Dotadas de un fonógrafo que se activaba con una manivela que tenían en la espalda, las muñecas cantaban una nana que aterrorizaba a los pequeños que las tenían en la noche lúgubre.

Ahora, Robin y Joan Rolfs, dueños de dos de estas muñecas, han logrado reproducir y captar su vieja melodía…

La pequeña negra

Hace algunos días, Stephanie asistió a visitar a su abuela a la residencia de jubilados donde se encargan de su cuidado. Todo marchó de forma normal hasta el momento en que las enfermeras le narraron las extrañas visiones que su abuela tenía.

Siempre y en todo momento en el momento de cenar, la anciana miraba a un largo corredor y señalaba con un dedo mientras que decía: “La pequeña negra”.

Stephanie podría pensar que se trata de un efecto propio de los fármacos, si no fuese pues estos capítulos coinciden siempre y en toda circunstancia con un hecho luctuoso en el edificio…